La búsqueda de la felicidad es uno de los principales objetivos de la vida humana. Todos deseamos ser felices, pero a menudo nos preguntamos dónde reside la felicidad verdadera. ¿Está en el logro de objetivos importantes en el futuro o en el disfrute de las sensaciones placenteras en el presente?

La respuesta es que se encuentra en la combinación adecuada de ambos. En realidad, hay dos tipos de felicidad: la eudaimónica y la hedónica. La felicidad eudaimónica se refiere a la satisfacción que se obtiene al alcanzar metas importantes y desarrollar nuestro potencial. La felicidad hedónica, por otro lado, se refiere a la búsqueda de placeres y sensaciones placenteras en el presente.

Sin embargo, si nos centramos en exceso en uno de estos dos tipos de felicidad, podemos perder de vista el equilibrio necesario para ser realmente felices. Si nos enfocamos demasiado en el futuro y en la búsqueda constante de objetivos, podemos perder muchas experiencias valiosas en el presente. Por otro lado, si nos enfocamos demasiado en el presente, podemos perder de vista nuestras metas y no alcanzar nuestros objetivos, lo que a largo plazo puede hacernos sentir insatisfechos.

Entonces, ¿cómo podemos combinar estos dos tipos para encontrar la felicidad verdadera? La recomendación es hacer una acción de cada grupo cada día. Por ejemplo, hacer algo que te ayude a tener un futuro mejor pero que requiera sacrificio hoy, como estudiar para un examen importante o trabajar en un proyecto a largo plazo. Y hacer algo que disfrutas y te produce satisfacción, como salir a caminar, leer un libro o escuchar música.

La clave está en el equilibrio. No se trata de sacrificar el presente por el futuro ni de sacrificar el futuro por el presente, sino de encontrar el equilibrio adecuado entre ambos. Si logramos combinar la felicidad eudaimónica y la felicidad hedónica de manera equilibrada, podremos alcanzar una felicidad duradera y satisfactoria.

En conclusión, la felicidad verdadera reside en la combinación adecuada de la felicidad eudaimónica y la felicidad hedónica. Para encontrarla, es necesario encontrar el equilibrio adecuado entre el esfuerzo por alcanzar metas importantes en el futuro y el disfrute de las sensaciones placenteras en el presente. Así que, cada día, haz algo que te ayude a tener un futuro mejor y algo que disfrutes y te produzca satisfacción. De esta manera, estarás más cerca de encontrar la felicidad verdadera que tanto anhelas.

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