Todos sabemos que cada persona piensa «a su manera», que tiene «su forma de pensar». Y es cierto.

Igual que cada uno tiene su huella dactilar, o su forma de escribir (que se podría decir que también tiene una «huella literaria«), cada uno tiene su forma de pensar:

  • con imágenes
  • con una voz interna
  • imaginando y sintiendo
  • oyéndose y sintiendo
  • pensando en el futuro
  • pensando en el pasado
  • viviendo sólo el presente
  • con películas/escenas mentales
  • pensando cosas agradables
  • pensando cosas desagradables
  • etc

Sabiendo que cada uno tiene su forma de pensar, cometemos un error inconsciente. Tendemos a pensar que los demás estarán de acuerdo con nosotros, porque lo que pensamos «está bien», porque tenemos razón, etc. Y cuando esto no ocurre nos enfadamos. Bueno, algunos… otros, con la experiencia de los años, ya no se enfadan o incluso llegan a decir (cómo dijo Guardiola una vez) en una discusión ambas partes siempre tienen algo de razón (este es un buen punto de partida para solucionar conflictos).

Bueno, pues la forma de pensar, se puede cambiar. Y la mejor manera es con los mini hábitos. Un poco cada día.

Si aprendiste a pensar de una manera también puedes volver a aprender a pensar… de otra.

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